
Mi trayectoria profesional comenzó en el edificio de La Paz, un entorno en el que di mis primeros pasos, aplicando la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) con pacientes de diversas edades y problemáticas. Desde entonces, he desarrollado una profunda experiencia en esta metodología, basada en la identificación y reestructuración de pensamientos distorsionados, la modificación de conductas disfuncionales y la adquisición de habilidades prácticas para el manejo emocional.
La TCC ha sido, una de mis herramientas fundamentales, ya que permite abordar una amplia variedad de trastornos psicológicos —como la ansiedad, la depresión, el estrés o las fobias— de forma estructurada y con resultados contrastados. A lo largo de los años, he podido comprobar cómo esta terapia contribuye a generar cambios reales y sostenibles en la vida de las personas, fomentando su autonomía y bienestar psicológico.
Formo parte de la Asociación EMDR España y de EMDR Europe, lo que garantiza una práctica profesional alineada con los estándares éticos y clínicos más exigentes a nivel nacional e internacional. Mi formación en esta metodología está avalada por el Instituto Español de EMDR y la Fundación EMDR Francisca García, dos entidades de referencia en la enseñanza y supervisión de esta terapia en nuestro país.
Gracias a esta preparación rigurosa, aplico el enfoque EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares) con plena seguridad y eficacia, especialmente en el tratamiento de traumas, bloqueos emocionales, duelos, ansiedad y otros eventos perturbadores. Este método permite a los pacientes procesar experiencias difíciles de forma segura y liberar el sufrimiento asociado, facilitando una recuperación profunda y duradera.


Nivel I y II EMDR
Enfoque en bienestar emocional
El bienestar emocional es mucho más que no tener ansiedad o tristeza. Es un estado integral de equilibrio psicológico en el que la persona se siente en paz consigo misma, valora su vida de forma positiva y mantiene una actitud resiliente frente a los desafíos cotidianos. Implica conocerse, aceptarse, expresar las emociones de forma saludable y construir relaciones sanas.
Cuando disfrutamos de bienestar emocional, somos capaces de afrontar el estrés, adaptarnos a los cambios y disfrutar de los momentos presentes con mayor plenitud. No significa estar bien todo el tiempo, sino tener los recursos internos y externos para recuperarse tras situaciones difíciles, aprender de ellas y seguir adelante con sentido y propósito.
Cultivar este estado requiere atención, autocuidado y, en ocasiones, apoyo terapéutico. Es un proceso activo que se construye día a día, con herramientas como la autorreflexión, la gestión emocional, el desarrollo de hábitos saludables y la conexión con nuestros valores más profundos.
Experiencia en Terapia Cognitivo - Conductual
Increíblemente profesional y empática. Me ayudó a superar mis problemas de ansiedad. Altamente recomendada.
María Fernández Pérez
Excelente psicóloga, muy dedicada y comprometida con sus pacientes. Gracias a ella he logrado superar mis miedos y traumas.